martes, 1 de septiembre de 2009

“ Estaban tan claras mis ganas de hacer teatro...”

La legendaria actriz de origen uruguayo , Concepción Matilde Zorrilla de San Martín, mejor conocida como China Zorrilla . Nos recibió en su departamento de la calle Uruguay en el que nos concedió esta entrevista y realizó un repaso por su larga y reconocida carrera. Habló de sus comienzos, su familia, el viaje a Inglaterra y de sus proyectos para los próximos años.
Con su inseparable perrita Flor , una pequeña yorkshire, remarcó que tiene 89 años pero piensa en seguir haciendo teatro y está en sus planes realizar una comedia
para despedirse de Argentina .
Reconoció que la vida había sido muy generosa con ella, y que a pesar de que su madre siempre dijo que iba a ser la primera en casarse de sus hermanas, no fue así ya que ella prefirió su profesión, pero formar una familia fue lo que le quedó por realizar.
Una mujer que sigue ganándose el respeto y la admiración de su público y todo el ambiente artístico.


¿ Cómo y cuando fué generando su talento en la actuación ?
Todavía no había nacido ni tu madre, ni tu abuela (risas). Mirá, yo tengo una vocación absolutamente desde chiquita, o sea que en la casa de mis abuelos, esas casas enormes. Vivíamos mamá, papá y nosotras, cinco hermanas, y un tío con su perro. Cada vez que alguien cumplía años, nacía un bebe o pasaba algo, en el hall de la casa, mamá ponía un telón “esta noche espectáculo de China”. Entonces yo iba con mis hermanas, les enseñaba poesías, hacíamos unos entretenidos scketch. En uno hacía de mi abuela y un primo mío hacía de mi abuelo, todas las fiestas, eran iguales, cambiaban los personajes. Pero yo lo que quería era hacer teatro, quería que me aplaudieran. Mi abuelo era Juan Zorrilla de San Martín, un poeta Uruguayo muy famoso, siempre cuando yo presentaba decía, esta nieta me va a dar el gusto que no me dieron mis hijos, esta chica va a ser actriz, y yo me acuerdo de la furia de mis tías que le decían: ¡Papá, no le ponga esas ideas en la cabeza! Que es muy chiquita, era como si me dijera “va a ser prostituta”. Y poco a poco, fuera en el colegio o en casa, donde quiera que yo estuviera, armaba algo de teatro.

¿ Y sus primeros pasos profesionalmente?
En Montevideo se hacían grupos de teatro independiente y no cobrábamos nada, sacábamos con las entradas que vendíamos los decorados, el vestuario y ahí, en el año ‘46. Leo por el diario que la Cultural inglesa avisa que terminará la guerra en Inglaterra, esta creando becas de estudio y había una para estudiar en la Royal Academy of de magic arts, que era lo más importante que había y yo me anoté...sin decirle nada a mamá porque tenía una especie de parienta, Yiyí Marcot, que también se iba. Yo le dije bueno Yiyí, nos vamos juntas allí en Londres por lo menos no voy a estar sola. Me fui, pero antes de irme me dijo Yiyí “no puedo irme”, entonces me fui sola ¡y yo decía cuatro palabras en inglés!. De golpe llegue a Londres, me di cuenta, entre otras cosas, que no hablaba el idioma (risas). Me enteré que para entrar en la Royal Academy, los profesores tenían que evaluar antes de entrar, porque venían de todas partes de Inglaterra, una escena o decir un poema o dos, para que viera la gente, los profesores, que sabías algo.El nombre mío no lo podían entender que yo me llamara Concepción Matilde Zorrilla de San Martín, una línea... cuando ellos se llaman George Smith, ¡creían que era un chiste!.¡¿Todo esto es su apellido?!(risas).Entonces dice, usted sabe qué decir cuando tenga que salir para que los maestros la conozcan un poco, tiene que hacer un poema. Yo le dije ¿pero usted se olvida que yo no hablo inglés?. Si, pero usted está aca, me dice,¿ para qué vino a estudiar teatro a un país en el cuál se habla solamente en inglés?. Yo creo que lo voy a aprender muy rápido, porque vengo decidida a eso. Puedo decir algún poema pero en francés. Era a sala llena y salgo yo y dicen: “Ahora Conception (yo me llamo Concepción)Miss Conception (miss conception es aborto en inglés, es un parto perdido) “Miss Conception Gorila”, ¡me anuncian como “Aborto gorila”! que ya era chiste, “¡Miss Conception Gorila!”le dije: Zorrilla. Ok,¿va a hacer una escena de qué? .¡De Moliere, en frances! Porque yo lo único que sabía, entonces recito uno en francés y los ingleses se miraban... .Ahí estuve tres años y me fui.

¿ Qué disfruta mas hacer? Teatro, cine...
Es como una especie de costumbre de decir “no, el cine no entiendo eso” yo lo tomo con la misma seriedad. Yo hago la película “Elsa y Fred” para mí era un personaje estupendo, que tenía un texto estupendo y que te contaba una historia muy bien contada. Si era cine o era teatro no me importaba, yo estaba haciendo el personaje. Si, nadie se imaginaba, nadie, que esa película iba a tener éxito. Hasta a mí cuando me dijeron de hacer la película, cuando me llamó Mario Carnevale y me dijo “China, tengo una historia muy linda que me gustaría que tu hicieras. Es una historia de amor de dos viejos de 80 años”. Bueno, ya me aburrí, nada mas te lo leo y lo dejo. O sea que no acepté. Y entonces me dice “ bueno, esta bien no lo hagas. Pero leelo.” Y empecé a leer... ¡ Es un guión estupendo!, eso implicaba nada menos que ¡irme a España!. Salió esa película estupenda. Entonces empecé a filmar acá, a la vuelta, filme muchas películas. Cuando una tiene vocación de actriz, una piensa en el escenario, que caiga el telón, que la gente aplaude...

¿ Con qué personaje disfrutó mas?
A mí me gusta mucho hacer reír a la gente, pero no hacer reír porque me desnudo o porque digo una puteada, no, porque el texto es gracioso. Yo lo que quiero hacer ahora, antes de morirme, es una comedia sin puteadas, no se necesita todo eso. Los clásicos como moliere, ¡ te caes al suelo de la risa! Y nadie se le ocurre por la mente meter ahí una maldición o una puteada. Y ahora acá se creen que con las malas palabras te vas a reír.


Muy al estilo, se podría decir, Les Luthiers...
¡Maestros...! . Yo creo que a los Les Luthiers hay que hacerles un homenaje.Hace poco me pasó una cosa divina.en la calle Corrientes, una vez por año hacen una especie de beneficio, le piden a los actores que hagan alguna escena en el teatro, la gente paga para ver a los actores, y me llaman a mí. Me llaman a mí, para hacer una escena de cualquiera de mis comedias y yo dije, bueno (¿viste Adán y Eva?), Entonces a la hora de almorzar me llama Carlitos (Perciavalle) y me dice: “China, no puedo hacer esa escena”. Mirá Carlitos, ¡ te prohíbo que me digas qué no!. “ No hables mas, que se murió mamá”, le digo perdoname. Vuelvo y digo: ¿a quien le digo?. ¿Sabes con quien lo hice? con uno de Les Luthiers.Con Marcos Mudstock, entonces me voy a lo de Marcos. Le digo : “Marcos, soy China”. Bueno, China ¿qué hacés?. ¿Me podés recibir cinco minutos?. Sí. ¿Podría leer un libro que le voy a mandar?, Si, me dice . Y se lo mando con un mensajero, Marcos creo que vive en Olivos, no vive aquí a la vuelta. Llega el libro y me llama Marcos “China. ¡Esto es una genialidad! ¿ Y para hacerlo cuando?” esta tarde le digo(risas). Pero China ¡ no podemos!. Si, podemos. Hay que leerla. ¡ Eran las ovaciones más grandes que yo he visto!. ¡Hay que hacerles un homenaje! Hace 40 años que nos hacen reír, sin recurrir a la puteada, a la mala palabra.

Usted piensa en hacer una obra para despedirse de Argentina. ¿Es por qué vuelve a Uruguay?
Yo tengo muchos años, a lo mejor vivo diez años mas, pero no es lo normal. Ya estoy en época de hacer “mutis por el foro”, me gustaría que la gente me recordara con una última obra que fuera cómica.

¿Le gustaría volver a hacer algo con Antonio Gasalla?
Gasalla es un genio, hace mucho que no se ve en la Argentina a un tipo que lo ovacionan de principio a final. Los hombres del mundo del espectáculo, nunca han visto una cosa así ¡se llena siempre!.Pero me encantaría porque le tengo mucha admiración pero yo no puedo estar con esa cosa de la puteada.

En una declaración dijo que usted no es lo que debería ser, ¿ imaginó llegar a tener esta amplia trayectoria?.¿Ser tan respetada y reconocida?
La vida a sido muy generosa conmigo. Mamá siempre decía que la primera que se iba a casar de sus cinco hijas e iba a tener hijos iba a ser yo. Fui la única que no se casó, pero la vida me ha permitido hacer una cosa que no era fácil de hacer, ahora más. En aquella época, hacer teatro era una cosa como pecaminosa. Yo me acuerdo que tenía un librito de cuentos para chicos y decía algo que me amargó media niñez, decía “... y en cuanto a las hijas y los hijos de fulana de tal, se transformaron en lo que era lógico de fulana, el mayor asaltó un banco y terminó sus días en la cárcel, el segundo mató a no sé quien y él murió también, la hija mayor se hizo prostituta y la hija menor se hizo artista de teatro”. Yo tuve que devolver la medalla en el colegio católico por mi profesión. Ahora en vejez, en teatro, cuando hago una cosa que es pequeña siempre me divierte hacerlo. Haber podido hacer toda mi vida, y ganando dinero, en algo que antes hubiera pagado por hacer.

¿No fueron compatibles el casamiento con la profesión?
¡Si pueden ser compatibles!. Compatibles para un inglés, no para un criollo (risas. En ese Montevideo que no había tanto profesional, es una ciudad chiquita de un país muy culto. Todo el tiempo iban compañías argentinas y venían compañías de Francia, pero no había propiamente teatro. Yo estaba en Londres, cuando se formó en Montevideo una compañía de teatro oficial, pagada por el gobierno, había que hacer una prueba para entrar y yo justo estaba en Londres, pero cuando llegué me llamaron y me tomaron. Estuve ahí, en un elenco oficial muchos años trabajando con grandes actores y directores. Y un día, en el año ‘71, alguien me dijo “¡mirá qué original!, te llaman de Buenos Aires para hacer una selección que nunca había hecho, que era filmar una película” para mi era como ofrecerme lo que nunca había soñado, porque en Montevideo no había. Pedí permiso y me vine acá.




María Eugenia Godoy